domingo, 19 de octubre de 2008

Los Aztecas. La construcción de un imperio. 4

La época de oro rojo.

A finales del siglo 15, la demografía azteca había explotado, su siguiente gran emperador lanzaría una serie de conquistas que competiría con cualquiera de la historia, se llamaba: Ahuitzotl, y demostraría que era incluso mejor guerrero que su abuelo; Moctezuma.
Para el año 1502, Ahuitzotl había conquistado territorios desde la costa pacífica de México y había consegido que el imperio llegará muy al sur; a Guatemala. Su reinado fue como una edad de oro, él fue que habrío las rutas de transporte a las zonas costeras y las tierras bajas de los aztecas tenían sus mayores lujos: las plumas brillantes, el oro y las piezas preciosas que los nobles y soberanos lucían como parte de su estatus, venían de ahi.
Para transportar riquezas al corazón del imperio, los aztecas construyeron una red de super autopistas que cruzaban México central, corredores de relevos se apostaban cada 8 km para crear un especie de un DHL antigua, se podían llevar mensajes o bienes desde la costa del golfo hasta Tenochtitlan a 320 km en solo 24 hrs, más rápido que el servicio postal actual, con su imperio en esplendor los aztecas de Ahuitzotl se embarcaron en el mayor proyecto de construcción, una enorme pirámide en el mismo centro de Tenochtitlan, el simbolo del poder absoluto, se la llamo: Templo Mayor. La base de la Pirámide tenía 75 mt de fondo por 100 mt de ancho y se elevaba a una altura de 15 pisos, había al menos 117 escalones en 2 escaleras que subían 60 mt y que llevaban a dos templos en honor a los Dioses de la lluvia y la guerra. El templo se construyó en el mismo lugar 7 veces, comenzando en 1325 con la fundación de la ciudad, la pirámide crecía al tiempo que lo hacía el imperio cada piso simplemente se añadía ensima del piso anterior.
El Templo Mayor se construyó principalmente con una piedra llamada: Tezontle, que es volcánica y pesa muy poco eso evitaba que el templo se hundiera. Para los suelos y paderes, los aztecas aplicaron un revoque de cal que era una especie de cemento, algunos ejemplos encontrados hoy son tan duros como el cemento moderno incluso despues de más de 500 años.
Los albañiles aztecas trabajaron durante decadas para completar su morumento a los Dioses, el templo estuvo enterrado hasta 1978, cuando la compañia eléctrica cabo una zanja y descubrío accidentalmente una enorme piedra tallada y las ruinas de templo junto a ellas. El disco tiene 3.5 mt de diámetro, pesa 20 toneladas y representa el cuerpo desmembrado de la Diosa: Coyolxauhqui.
Coyolxauhqui era la Diosa de la Luna y su hermano la mató porque se quedó embarazada de una forma vergonzosa, los aztecas no eran nada mujigatos de hecho los nobles tenían muchas mujeres y concubinas, pero en el populacho sobre todo en las mujeres el alduterio estaba prohibido y se castigaba severamente a menudo con la muerte. Según la leyenda el hermano de Coyolxauhqui, le corto la cabeza y tras capitarla tiro el cuerpo por una colina. Los aztecas representaban este asesinato literalmente y a menudo en festivales durante todo el año, decapitaban a sus victimas en la cima de la pirámide luego tiraban los cuerpos por las escaleras hasta la gran piedra de abajo.
Para los romanos el tesoro más apreciado era el oro, para los egipcios era el más alla, para los aztecas era la sangre humana. Creían que tenía que haber reciprocidad con los Dioses, así que tenían que agradecer a los Dioses dandoles lo más apreciado que poseían que era: la sangre humana. Los aztecas la llamaban agua preciosa y creían que si los Dioses no la recibían en grandes cantidades el mundo acabaría en apocalipsis. Despúes de cada sacrificio, adornaban los muros interiores de los templos con sangre humana fresca; era una practica común.
Para dedicar su expanción del gran templo. el emperador Ahuitzotl hizo un sacrificio en masa, las cabezas de las victimas se expusieron con orgullo en estantes alrededor del templo. Durante el imperio de Ahuitzotl, las sangrías se dispararon, la vida en Tenochtitlán, se convirtío en una orgía de muerte. Llevaban tanto amigos como enemigos para presenciar los sacrificios, siempre eran sacrificios rituales y con escencia religiosa, pero también eran declaraciones políticas una forma de intimidación.
Al morir Ahuitzotl, los aztecas habían institualizado los sacrificios y habían convertido los asesinatos en el campo de batalla en un arte, eran los guerreros más feroses de América

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